La lectura estimula la actividad cerebral, fortalece las conexiones neuronales y aumenta la reserva cognitiva del cerebro, un factor protector ante enfermedades neurodegenerativas.
Diversos estudios demuestran que un cerebro activo no sólo ejecuta mejor sus funciones, sino que incrementa la rapidez de la respuesta, ya que mientras se lee, se obliga al cerebro a pensar, a ordenar ideas, a interrelacionar conceptos, a ejercitar la memoria y a imaginar, lo cual permite mejorar la capacidad intelectual estimulando nuestras neuronas.
Leer es una de las actividades más beneficiosas para la salud. Se ha demostrado que estimula la actividad cerebral y fortalece las conexiones neuronales; además, en los últimos años han sido muchos los estudios que han relacionado el nivel de lectura y escritura con un aumento de la reserva cognitiva.
Se ha comprobado que cuanto mayor reserva cognitiva posee un individuo, mayor capacidad tiene su cerebro para compensar el daño cerebral generado por ciertas patologías.
Las demencias, dentro de las enfermedades neurológicas, son las que más se han ligado al concepto de reserva cognitiva, caracterizadas por un deterioro persistente y progresivo de las funciones cerebrales superiores: memoria, lenguaje, orientación, cálculo o percepción espacial.